viernes, 13 de abril de 2012

Ratas Mecanicas

Señores, Señoras y Ratas aéreas, el otro día me encontraba paseando por la calle, hambriento, para variar, pensando en como podría proveerme de comida de una forma renovable  y sabrosa. Había llegado a la conclusión de que lo mas optimo seria la verdura; pero como tampoco me agradaba mucho la idea de alimentarme solo de vegetales, se me ocurrió una de las mas grandes ideas que ha tenido la humanidad: Hacer un árbol que por ingeniería genética diera como frutos bocadillos de chorizo, chóped, salami y mortadela (con y sin aceitunas).

En estas andaba yo,  cuando de repente un objeto volador no identificado (OVNI para los amigos) vino volando y se chocó contra mi cabeza “ ¿Pero que? ¡Cuerpo a tierra nos atacan los Alien!” cuando me cercioré de que el peligro había pasado y que nuestras vidas ya no corrían peligro, levanté la cabeza y vi lo que había chocado contra mi : Una paloma.



“¿Pero que carajo le pasa a la cosa esta? ¡Casi me abolla la cabeza! Fuah, esto me cabrea mazo, encima  con el hambre que tengo …Un momento, se me esta ocurriendo una idea …Muajajajajajajajaja. Entonces de un bocado le arranqué la cabeza. Mastiqué. Trague. Arranque otro bocado. No era lo me esperaba, no era un bocado digno de un gourmet, pero confieso que siempre me ha gustado el metal y los dispositivos electrónicos. Acabé mi merienda. Entonces con el estomago lleno pensé “¿Desde cuando son las palomas neoseres mecánicos? ¿Por qué las patas sabían a gominola? ¿Cuánto puede faltar para la cena?”.

Intrigado por el asunto me dispuse a zambullirme en este misterio, asíque primero traté de filosofar para encontrar una respuesta. Fue inútil. Entonces traté de hacer algo útil: Cazar una paloma. Fue fácil, tan solo tuve que secuestrar una ancianita, darle una bolsa con migas de pan ,que casualmente guardaba en la barba para emergencias, y esperar a que estos engendros mecánicos fueran a por ella.

Capturé un ejemplar bastante grande,  le retorcí el pescuezo y lo abrí. Empecé a sacar piezas: Cables, engranajes, tornillos, chips, un gremlim (que supuse seria la fuente de energía), mas chips… y al final encontré la placa base en la que ponía:”Propiedad de empresas Matamucho; si usted encuentra este aparato rogamos que lo incinere y olvide que lo ha recogido”.

“Hummm… así que empresas Matamucho eh… que yo sepa solo tienen dos sucursales en el mundo, una en Alcorcón y otra en Mordor; tendré que ir a investigar”. Al llegar a la estación de tren, los empleados me comunicaron que mi C1 solo podía llevarme hasta Mordor con un recargo de 0,20€ y como andaba corto de presupuesto no tuve mas remedio que ir a ese antro de perdición, donde nace todo mal y moran las criaturas mas horribles jamás imaginadas por un ser vivo: Alcorcón.




Me despido de ustedes queridos lectores camino a tierras lejanas con la esperanza de poder descubrir el  misterio de estos seres robóticos, y con la ilusión de probar nuevas delicias culinarias extranjeras.

Siempre Sabroso y Vuestro


Salsas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario