Una vez alcanzado el Nirvana veía el mundo con otros ojos (bueno, no con los mios propios, me explico, no estoy en contra del desmembramiento recreativo pero lo pone todo perdido), asíque por unos momentos comprendí la verdad inconmensurable del universo, llegue a ver mas allá de nuestros planos mortales de existencia, mas allá de las esferas oníricas, y aprendí a manejar el material del que están hechas las ilusiones: La plastilina. Después se me abrió el apetito y se me cerró el tercer ojo.
Al volver de nuevo a la realidad vi que mis amigos estaban viendo una película y ni se habían fijado en mi ascensión espiritual (y eso que inundé la habitación de luz blanca), asíque preste atención a la película humorística, en la que salían unas mujeres bastante voluptuosas y con los últimos rayos de iluminación recordé una gran verdad “Las tetonas se esconden en sociedades secretas” a lo que Hortalizas dijo, con toda la pachorra del mundo, “¿Tío no lo sabias? Son como los Mohicanos”. Tras eso se me reveló otra verdad “El conocimiento de un grupo de Frikis es cuasi infinito”.
Aun flipando pepinillos debido a la revelación, decidí investigar a ver si conseguía encontrar y desentrañar toda la verdad sobre estas sociedades ocultas de tetonas; pero no tenia ni idea de donde empezar, asíque salí a la calle a ver si podía encontrar a alguna que me llevase a su bastión secreto.
Encontré una chiquilla mona, con una carita inocente, y bastante bajita, asíque decidí que podría seguirla sin mucho problema. Empecé a seguirla discretamente, sin llamar la atención, hasta me compré unas gafas de Groucho, un sombrero y un periódico. Me aburría, no pasaba nada interesante, nada fuera de lo común, ni siquiera algo mínimamente entretenido, cuando de repente ¿¿¿Dónde se había metido??? ¿Como una cosita tan pequeña podía moverse tan rápido?.
Me desplacé a la carrera llegando a tiempo de ver como la chica accionaba una rama de un árbol y se metía por una escalera secreta a un sótano. La seguí.
Baje silenciosamente, ocultándome en los recovecos, y mezclándome entre las sombras cual ninja en acción, y llegue a una sala común, con velas, con aspecto de ser una sala importante, como el claustro de una iglesia, cuando sonaron unas campanas y corrí a esconderme donde pude, debajo del altar.
Disculpadme queridos lectores que me despida en esta tesitura, pero continuare la historia el próximo día.
Siempre Sabroso y Vuestro
Salsas
Basado en Hechos reales
¡Pero no nos dejes con la incertidumbre, hombre! >.<
ResponderEliminarYa nos cuentas tus acosos públicamente salsas xD.
ResponderEliminarCon mi mayor voracidad:
Carne.