martes, 10 de abril de 2012

Tetonas secretas Parte 2

Señores, Señoras y Fantásticas Pechugonas, hoy vengo a finalizar la historia que dejé inacabada el ultimo día. Recuerdo que me encontraba escondido debajo del altar, y que tenía los huevos de corbata, ya que aunque soy un hombretón valiente y fornido no puedo pegar a las chicas y no creía que pudiera salir de esa haciéndolas pedorretas en la barriga .

Empezó a sonar una música de órgano, y comenzaron a entrar tetonas en la sala, encapuchadas, vestidas  SOLO con hábitos como los de los monjes, que les ceñían perfectamente las formas y dejaban unas lujuriosisimas aberturas a la altura de los pechos. Lo cual hizo que me pusiera aún más de los nervios, ya que había ahora más melones en la sala que en todos los campos de VillaConejos.

A estas alturas estaba yo maldiciendo la hora en la que  me había dado por seguir a esa chiquilla, cuando la vi. Vestía un vestido vaporoso blanco, que aunque dejaba intuir donde estaba todo, no enseñaba más que lo necesario; también llevaba una tiara  de plata sin ornamentar y un ankh sencillo a modo de cetro. ¿Quién iba a imaginar que aquella chica inocente y bajita podría ser la jefa de aquel culto? ¡Por dios! ¡¡¡Si he visto cachorritos de peluche mas amenazantes!!! Se acercaba parsimoniosamente al altar con unos movimientos gráciles y poderosos, acompañada de otras dos acolitas que portaban una cajita en la que supuse que  se alojarían sus objetos ceremoniales.


Cuando llegaron al altar, dejaron la cajita justo delante, y cuando pensé que se iba a agachar  para vaciar su contenido, se levanto un poco el vestido y se subió encima. ¿Cómo podía haber estado tan paranoico como para confundir una caja con un enanostator ? Esta situación me estaba arrebatando la cordura a pasos agigantados.

Entonces la chica empezó su discurso “Buenos días queridas hermanas, estamos aquí  un día más para honrar  nuestros bustos. Si hermanas, estos grandes pechos que además de embellecernos y completarnos llevan conduciendo a la humanidad por caminos tranquilos desde tiempos inmemoriales. Recordemos, ¿Quien protege al mundo de la 3ª guerra mundial? Nosotras ¿Quién hace que el mundo no se resquebraje? Nosotras ¿Quién hace que ciertos hombres estén lo suficientemente distraídos para no llevarnos a todos a la destrucción? Nosotras”.

En este momento se me escapó una risita nerviosa, ya que mi imaginación estaba terriblemente perturbada entre estar rodeado de mujeres  y el imaginarme escenitas del discurso. Acto seguido recibí una patada en la cara que me dejó atontadillo y que según mis conocimientos de patadología venia a significar algo así como: “Ya hablaremos de esto, pero estate quieto maldito patán”.

La chica continuó su discurso, y las ocasionales patadas en la cara; hasta que finalmente acabó su sermón y ordeno a todas retirarse. Posteriormente, me sacó como pudo de debajo del altar y me condujo por una serie de corredores oscuros y serpenteantes hasta llegar a lo que parecía su sala de mando. Allí me dio una tila con algo de bromuro, y algo de hielo para la cabeza, y lo que no era la cabeza…

Cuando juzgó que estaba lo suficientemente calmado  (que fue más o menos cuando logré mirarla a los ojos) empezó a hablar:
-Hola Salsas, cuanto gusto en conocerte en persona-Dijo con toda la tranquilidad del mundo
-¿Me conoce usted Señorita?-Inquirí sorprendido.
-Efectivamente, y no solo porque me haya fijado en usted mientras me seguía hasta aquí, se bastante de su blog, y de su vida para que me resulte usted útil.
-Maldita sea, ya sabia yo que ponerse sombrero de vestir con chándal no era tan buena idea…
-Se nos acaba el tiempo Salsas, y necesito que cuente absolutamente todo lo que ha pasado aquí en sus entradas.
- ¿Para que, Señorita?
- Jajajajaja ¿no sabe usted que los secretos más secretos son los que se esconden a la vista? Si todo el mundo se toma a chufla nuestra sociedad, no pensará realmente que existe, y así estaremos más seguras.
-¡Muy agudo! Me gusta su forma de pensar… de acuerdo lo haré.
- Fantástico Salsas, ahora  ha de irse.
- ¿Nos volveremos a ver?.
- Por supuesto que si, es usted encantador, pero no por ahora ¡Adiós!.

Dicho esto me empujó por un hueco en el suelo, que tras deslizarme arriba y abajo como en una  montaña rusa salí disparado desde una alcantarilla para aterrizar en los contenedores de basura cercanos a mi casa (que al estar vacíos hicieron que mi caída fuera tan aparatosa como cortar mantequilla con una motosierra).

Dicho esto me despido esperando que estéis al loro y que aunque traten de hipnotizaros y seduciros  no os dejéis engatusar por sus bustos con sus maravillosas formas redondas… que rebotan… y ondulan… y se bambolean… hhgggg (*baba*)

Siempre Sabroso y Vuestro




Salsas

2 comentarios:

  1. Ahí echandose flores... :P jajajajaja
    nah, en serio mola, mola. =)

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  2. Increíble que lograras mirarle a los ojos, te felicito!
    De patadología hiciste un cursillo o...? Porque estaría interesante.
    Nada más que decir que magnífica conclusión.
    Hhgggg

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