Rutina,
con una palabra puedo definir los 24 años que llevo viviendo. Mi vida no ha
sido más que una sucesión de tareas que se repetían una y otra y otra vez hasta
la saciedad. No me quejo, es mi vida, la única que conozco y por ahora no me ha
ido del todo mal. Hoy me preparo para otro día más, ya no me hace falta mirar
el reloj, mi cuerpo ya sabe cuánto tiempo emplear en cada labor. Después de
tantos años, es normal.
Mientras mi mente no está todavía funcional mi cuerpo comienza a trabajar por sí solo. Añade abundante mermelada a las tostadas que en breves momento voy a desayunar cuando un sonido conocido hace que mi mente tome otra vez el control del cuerpo, hasta ahora automático.
Mientras mi mente no está todavía funcional mi cuerpo comienza a trabajar por sí solo. Añade abundante mermelada a las tostadas que en breves momento voy a desayunar cuando un sonido conocido hace que mi mente tome otra vez el control del cuerpo, hasta ahora automático.
Era
la puerta, alguien está llamando a la puerta, este hecho se había repetido
pocas veces en el tiempo que llevo en esta casa, ya que tener una vida
rutinaria supone no tener muchas visitas. Era un señor adulto ¿o era un chaval?
Es difícil definir su edad, su presencia era sabia y antigua, solo con tenerlo
delante podías sentir lo mucho que había visto y vivido, mucho más que
cualquier otra persona. Pero sus ojos te decían otra cosa, eran de un azul intenso
y miraban al mundo como si acabase de nacer y no reconociera nada de lo que hay
a su alrededor.
-Bu...
Buenos días, ¿Qué desea?- Dije casi susurrando, no era capaz de hablar más
fuerte ante esa imponente presencia hasta ahora silenciosa.
- ¿Le apetece jugar, joven dama?- Dijo a la vez que sonreía, y con un leve movimiento hizo aparecer de detrás de su espalda un tablero de ajedrez tan precioso que no se puede describir con palabras.
- ¿Le apetece jugar, joven dama?- Dijo a la vez que sonreía, y con un leve movimiento hizo aparecer de detrás de su espalda un tablero de ajedrez tan precioso que no se puede describir con palabras.
Tengo
que admitir que aunque rutinaria en mi vida siempre ha habido una pasión, el ajedrez.
Varios títulos que adornan las paredes de mi casa dan fe de ello. Deje pasar a
este imponente sujeto en parte porque nunca rechazo una partida de ajedrez, en
parte porque no creía que fuese capaz de decirle no a cualquier cosa que
pidiera.
Iniciamos
la partida sin sobresaltos; empezó el con una Gruenfeld invertida que yo
neutralice con mi jugada favorita la defensa Siciliana. A partir de ahí todo lo
que sabía de ajedrez no me sirvió de nada, la partida no duro más de 10 minutos que a mí me parecieron
años, no era capaz de conseguir frenar el avance de mi contrincante. Cada vez
que se suponía que había conseguido defenderme de su incesante ataque, en un
segundo, él respondía dejándome más cerca del precipicio que antes.
Mientras yo
estaba sufriendo por no perder la cabeza mi invitado parecía no prestarle
especial atención a la partida, se paseaba por la casa, abría tarros, miraba la
nevera, los baños. Ni un perro policía hubiera registrado mejor mi casa. Esto
no quiere decir que dejase de lado la partida de ajedrez, cada vez que yo
acababa de realizar un movimiento el volvía y sin mirar el tablero cogía una
pieza (parecía hacerlo al azar) y la colocaba casi sin interés en un lugar
cualquiera, que me dejaba aun más contra las cuerdas. Al realizar el movimiento
que concluyo en jaque mate mi contrincante abrió la boca por segunda vez.
-Aburrida
y predecible, como tu vida- Dijo sin mofa alguna, como si estuviera diciendo
una verdad universal.
-Juguemos
otra partida, me has pillado desprevenida. Ahora no te será tan fácil.
-El
resultado sería el mismo. Una partida aburrida y predecible.
-Oye,
has venido a mi casa con un tablero de ajedrez buscando con quien jugar ¿y
ahora me dices que no quieres jugar?
-
Esta bien- Una sonrisa picara apareció mientras decía estas palabras- Hagamos
un trato, jugaremos otra partida pero antes tienes que hacer una cosa por mí.
-¿Qué
es lo que quieres que haga?
-Vive,
y cuando vuelva a llamarte quiero que me traigas aquello que llevarías a
cualquier parte- Con un rápido movimiento
saco una preciosa cajita del bolsillo de su pantalón- llena esta cajita con
aquello que estaría siempre contigo. Si cumples tu parte del trato te prometo
que jugaremos una partida que jamás olvidaras- Y volvió a sonreír.
Mientras
decía esto iba poco a poco recogiendo el tablero de ajedrez, yo tenía mil cosas
que preguntar, pero no podía, sus constantes y pausados movimientos me tenían hipnotizada.
Hasta que se incorporo y me dio la espalda no pude romper este hechizo que me
tenia fascinada, el ya estaba acercándose a la puerta, le seguí.
-
¿Lo que más quiera? ¿A qué te refieres? ¿Cómo voy a llevar algo en esta pequeña
cajita? ¿¡¿Quién eres?!?- Dije persiguiendo a mi interlocutor que ya había iniciado
una marcha que parecía imparable por muchas preguntas que se le hicieran.
- Jajajaja
no te preocupes por eso joven dama, preocúpate por el hermoso día que hace hoy
y en como lo vas a vivir!!
Estas últimas palabras solo las pude oír pues su figura había desaparecido ya de mi vista. Miro el reloj, si salgo ahora mismo todavía puedo llegar al bus que me llevaría al trabajo y a la rutina. Me siento y hago dar vueltas a la caja en mis manos, pensativa. ¿Hará frio en la India en esta época del año?
Estas últimas palabras solo las pude oír pues su figura había desaparecido ya de mi vista. Miro el reloj, si salgo ahora mismo todavía puedo llegar al bus que me llevaría al trabajo y a la rutina. Me siento y hago dar vueltas a la caja en mis manos, pensativa. ¿Hará frio en la India en esta época del año?
(La segunda parte esta noche)
Hortalizas ;)
uoo uou uooooo una historia trepidante, quien será ese personaje enigmatico? un kvothe del ajedrez? chan chaaan chaaaaan a ver cómo acabará esto :P
ResponderEliminarMe gusta un montón el ritmo de la historia, ha conseguido engancharme! Enhorabuena pequeño hortalizas! =)
ResponderEliminarBueno, no esperaba algo con este aire tan "serio" por aquí! Jajaja Tiene buena pinta, y me gusta cómo está escrito. Sí señor :P
ResponderEliminarPD: Me he quedado pensativo con lo de la cajita, y sobre todo con lo del frío en la India... Me tienes intrigado! xD