Buenos dias a todos, ya se que normalmente son los domingos el dia de los colaboradores pero sabeis que?? me paso por el forro esa estupida norma, en mi opinión si se habla positivamente de Intereconomia se abre la veda para hacer lo que se quiera.
Asi pues hoy se une a nosotros un nuevo colaborador: Cristian Crítico Crocanti (tlf 902 20 21 22) que se dedicara periodicamente a traernos Criticas Constructivas de Comidas sumergidas en la ficción y nos dira que sitios son los mejores para una buena Comilona Con Colegas. Dicho esto os dejamos con esta colaboracion, esperamos que os guste.
Critico Constructivo Colega de: Hortalizas ;)
(Historia basada en hechos reales)
Cómo conocí el “Chino de Plaza de España”
Corría
el 10 de Febrero de 2011 y España estaba sumida en una guerra en la
que la raza humana luchaba contra las pelusas, una guerra secreta
originada por el señor Salsas. Por si fuera poco, el invierno también
azotaba con todas sus fuerzas, dejando temperaturas extremas. Era muy
difícil sobrevivir y cada uno debía valerse por sí mismo para poder
afrontar esa tempestad.
Ese día nos encontrábamos hortalizas, salsas
y yo en misión de incógnito por las calles del centro de Madrid,
armados con aspiradores de última generación “Ufesa” para combatir las
oleadas de pelusas que pudieran atacar, cuando a Salsas le entró el
hambre, lo cual le hacía más peligroso incluso que las propias pelusas y
el frío juntos.
La misión había cambiado, ahora había que encontrar
un lugar seguro donde poder llenar el estómago para poder combatir los
contratiempos originados por el hambre, cuando a Hortalizas se le
ocurrió la idea de ir al “Chino de plaza de España”, del que nunca había
oído hablar.
Debido a mi curiosidad y a mi bajo presupuesto quise
informarme acerca de aquel restaurante antes de ir. Por lo visto era
bastante barato, por lo que el dinero no iba a ser un problema.
Hortalizas
me dijo que ese restaurante se encontraba en un parking subterráneo. Yo
pensé que me estaba vacilando o que el frío le había atrofiado las
neuronas, ¿un restaurante en un parking subterráneo? ¿Qué clase de antro
era ese?, por lo que decidí realizarle un examen médico para descartar
enfermedades degenerativas, como la “pelusitis” (generada por las
pelusas). En el examen no se encontró nada anómalo, por lo que parecía
ser que iba en serio eso de comer en ese “restaurante”.
Emprendimos
la marcha hacia nuestro destino, cada vez con más apetito. Cuando
llegamos a plaza de España allí estaba, la típica entrada mugrienta al
oscuro y tenebroso parking subterraneo. “Será que no hay restaurantes y
bares en Madrid que vamos al más cutre”, pensé.
Bajamos las
escaleras, aquello parecía estar abandonado. Yo iba literalmente
acojonado con encontrarme algún loco con camisa de fuerza que fuera
dándose cabezazos contra las paredes, algún asesino psicópata, algún
“compro oro” o algún testigo de Jehová, pero no apareció nada,
afortunadamente. Una vez dentro, a lo lejos, se veía un grupo bastante
numeroso de personas, hacia el cual nos dirigimos. Esa gente estaba
esperando para comer en ese “restaurante” al que nosotros también
íbamos. Os describo: parecía que habían cogido un almacén abandonado,
habían abierto la puerta, tirado unas cuantas mesas y sillas dentro y
abierto al público. Pensé en un repentino retroceso en la evolución
humana, ¿tanta gente para comer allí?, ¿ALLÍ?
Nos pusimos a la cola,
todavía no me creía que fuéramos a esperar tanto tiempo para comer en
ese sitio. Por suerte avanzaba rápido la fila, cuando de repente salió
una dependienta china y nos entregó una carta con todos los platos para
tomarnos nota, allí, de pie. Pensé que nos tocaría comer en todo el
medio del puto parking, por lo que busqué un sitio donde apoyarme, pero
no, lo único que había allí eran las máquinas para pagar el ticket del
parking. Me imaginé como un subnormal sujetando un plato con una mano y
haciendo acrobacias con palillos chinos en la otra para poder comerme
una comida que a saber cómo iba a estar, pero estaba equivocado, nos
iban a tomar nota para ir preparando la comida y agilizar todo el
proceso. Encima con prisas, pero bueno, a esas alturas estaba por
comerme a Hortalizas y Salsas.
Después de una eternidad esperando (5
minutos) por fin pudimos sentarnos. En la esquina del restaurante había
una televisión diminuta del año de Carracuca con canales chinos que
invitaban al delirio y a la locura. No se si era el hambre o hasta los
comensales de otras mesas eran también chinos.
Y por fin, POR FIN
llegó la comida. De primero empanadillas a la plancha para compartir y
de segundo yo me pedí fideos de arroz, Hortalizas se pidió tallarines
creo recordar, y salsas una sopa rara con los tallarines más densos que
haya podido probar nunca, comerse un tallarín de eso llenaba los 4
estómagos que tiene una vaca adulta, pero sí, señores, salsas casi se
terminó el plato. Además, también se pidió una bola rara que no sabía a
nada recubierta de sésamo y rellena de frambuesa que NO os recomiendo
bajo ningún concepto.
Mi valoración al terminar de comer en aquel sitio fue de: excelente.
Precios
bajos, cantidad suficiente para saciar el apetito, y calidad bastante
aceptable. He de decir que la variedad de platos era reducida, pero
platos muy buenos.
Desde aquel día he de confesar que sufro
RestauranteChinoPlazaEspaña dependencia. Los síntomas de esto es querer
volver allí una y otra vez, agresividad, balbuceos, caída de baba y
ganas de ver Intereconomía.
Algo que aprendí con esto fue que, en
ocasiones, las apariencias engañan y que uno nunca debe dejarse guiar
únicamente por la apariencia de algo o de alguien, excepto si un día ves
que alguien se acerca a ti corriendo con un cuchillo de caza en la
mano, en ese caso, apártate.
Cristian Crítico Crocanti
Conozco ese chino desde que soy niña porque siempre aparcamos el coche allí cuando vamos a madrid, pero todavía no he comido en él.
ResponderEliminarVoy a tener que acompañaros un día XD
Saludos ;)
jajajaja muy buena entrada CCC!! gracias por tus CCC para una buena CCC!! :D la voy a twittear ahora mismo
ResponderEliminarMoola, me encanta, muy buena conclusión, buena entrada!
ResponderEliminarHicisteis bien en llevarme al chino; porque solo habia comido una bolsa de doritos y vuestras vidas corrian peligro. Menos mal que la Sopa Maxima logro calmarme (Y de que manera chavales!!!)
ResponderEliminarSalsas
Jaja. Que grande. Me acuerdo cuando fui yo, que Tolos se pidio una piramide de arroz megacompacto, casi como una estrella de nuetrones.... ains que recuerdos
ResponderEliminarProtesto! a mi me parecio horroroso.
ResponderEliminarPronto volveré para escribir... y también será una crítica culinaria.
Pink Lemonade