miércoles, 28 de marzo de 2012

EL CHINO DE PLAZA DE ESPAÑA

 Buenos dias a todos, ya se que normalmente son los domingos el dia de los colaboradores pero sabeis que?? me paso por el forro esa estupida norma, en mi opinión si se habla positivamente de Intereconomia se abre la veda para hacer lo que se quiera.
Asi pues hoy se une a nosotros un nuevo colaborador: Cristian Crítico Crocanti (tlf 902 20 21 22) que se dedicara periodicamente a traernos Criticas Constructivas de Comidas sumergidas en la ficción y nos dira que sitios son los mejores para una buena Comilona Con Colegas. Dicho esto os dejamos con esta colaboracion, esperamos que os guste.


Critico Constructivo Colega de: Hortalizas ;)


(Historia basada en hechos reales)

Cómo conocí el “Chino de Plaza de España”

Corría el 10 de Febrero de 2011 y España estaba sumida en una guerra en la que la raza humana luchaba contra las pelusas, una guerra secreta originada por el señor Salsas. Por si fuera poco, el invierno también azotaba con todas sus fuerzas, dejando temperaturas extremas. Era muy difícil sobrevivir y cada uno debía valerse por sí mismo para poder afrontar esa tempestad.

Ese día nos encontrábamos hortalizas, salsas y yo en misión de incógnito por las calles del centro de Madrid, armados con aspiradores de última generación “Ufesa” para combatir las oleadas de pelusas que pudieran atacar, cuando a Salsas le entró el hambre, lo cual le hacía más peligroso incluso que las propias pelusas y el frío juntos.

La misión había cambiado, ahora había que encontrar un lugar seguro donde poder llenar el estómago para poder combatir los contratiempos originados por el hambre, cuando a Hortalizas se le ocurrió la idea de ir al “Chino de plaza de España”, del que nunca había oído hablar.

Debido a mi curiosidad y a mi bajo presupuesto quise informarme acerca de aquel restaurante antes de ir. Por lo visto era bastante barato, por lo que el dinero no iba a ser un problema.

Hortalizas me dijo que ese restaurante se encontraba en un parking subterráneo. Yo pensé que me estaba vacilando o que el frío le había atrofiado las neuronas, ¿un restaurante en un parking subterráneo? ¿Qué clase de antro era ese?, por lo que decidí realizarle un examen médico para descartar enfermedades degenerativas, como la “pelusitis” (generada por las pelusas). En el examen no se encontró nada anómalo, por lo que parecía ser que iba en serio eso de comer en ese “restaurante”.



Emprendimos la marcha hacia nuestro destino, cada vez con más apetito. Cuando llegamos a plaza de España allí estaba, la típica entrada mugrienta al oscuro y tenebroso parking subterraneo. “Será que no hay restaurantes y bares en Madrid que vamos al más cutre”, pensé.

Bajamos las escaleras, aquello parecía estar abandonado. Yo iba literalmente acojonado con encontrarme algún loco con camisa de fuerza que fuera dándose cabezazos contra las paredes, algún asesino psicópata, algún “compro oro” o algún testigo de Jehová, pero no apareció nada, afortunadamente. Una vez dentro, a lo lejos, se veía un grupo bastante numeroso de personas, hacia el cual nos dirigimos. Esa gente estaba esperando para comer en ese “restaurante” al que nosotros también íbamos. Os describo: parecía que habían cogido un almacén abandonado, habían abierto la puerta, tirado unas cuantas mesas y sillas dentro y abierto al público. Pensé en un repentino retroceso en la evolución humana, ¿tanta gente para comer allí?, ¿ALLÍ?

Nos pusimos a la cola, todavía no me creía que fuéramos a esperar tanto tiempo para comer en ese sitio. Por suerte avanzaba rápido la fila, cuando de repente salió una dependienta china y nos entregó una carta con todos los platos para tomarnos nota, allí, de pie. Pensé que nos tocaría comer en todo el medio del puto parking, por lo que busqué un sitio donde apoyarme, pero no, lo único que había allí eran las máquinas para pagar el ticket del parking. Me imaginé como un subnormal sujetando un plato con una mano y haciendo acrobacias con palillos chinos en la otra para poder comerme una comida que a saber cómo iba a estar, pero estaba equivocado, nos iban a tomar nota para ir preparando la comida y agilizar todo el proceso. Encima con prisas, pero bueno, a esas alturas estaba por comerme a Hortalizas y Salsas.

Después de una eternidad esperando (5 minutos) por fin pudimos sentarnos. En la esquina del restaurante había una televisión diminuta del año de Carracuca con canales chinos que invitaban al delirio y a la locura. No se si era el hambre o hasta los comensales de otras mesas eran también chinos.

Y por fin, POR FIN llegó la comida. De primero empanadillas a la plancha para compartir y de segundo yo me pedí fideos de arroz, Hortalizas se pidió tallarines creo recordar, y salsas una sopa rara con los tallarines más densos que haya podido probar nunca, comerse un tallarín de eso llenaba los 4 estómagos que tiene una vaca adulta, pero sí, señores, salsas casi se terminó el plato. Además, también se pidió una bola rara que no sabía a nada recubierta de sésamo y rellena de frambuesa que NO os recomiendo bajo ningún concepto.

Mi valoración al terminar de comer en aquel sitio fue de: excelente.

Precios bajos, cantidad suficiente para saciar el apetito, y calidad bastante aceptable. He de decir que la variedad de platos era reducida, pero platos muy buenos.

Desde aquel día he de confesar que sufro RestauranteChinoPlazaEspaña dependencia. Los síntomas de esto es querer volver allí una y otra vez, agresividad, balbuceos, caída de baba y ganas de ver Intereconomía.

Algo que aprendí con esto fue que, en ocasiones, las apariencias engañan y que uno nunca debe dejarse guiar únicamente por la apariencia de algo o de alguien, excepto si un día ves que alguien se acerca a ti corriendo con un cuchillo de caza en la mano, en ese caso, apártate.


Cristian Crítico Crocanti

6 comentarios:

  1. Conozco ese chino desde que soy niña porque siempre aparcamos el coche allí cuando vamos a madrid, pero todavía no he comido en él.
    Voy a tener que acompañaros un día XD
    Saludos ;)

    ResponderEliminar
  2. jajajaja muy buena entrada CCC!! gracias por tus CCC para una buena CCC!! :D la voy a twittear ahora mismo

    ResponderEliminar
  3. Moola, me encanta, muy buena conclusión, buena entrada!

    ResponderEliminar
  4. Hicisteis bien en llevarme al chino; porque solo habia comido una bolsa de doritos y vuestras vidas corrian peligro. Menos mal que la Sopa Maxima logro calmarme (Y de que manera chavales!!!)


    Salsas

    ResponderEliminar
  5. Jaja. Que grande. Me acuerdo cuando fui yo, que Tolos se pidio una piramide de arroz megacompacto, casi como una estrella de nuetrones.... ains que recuerdos

    ResponderEliminar
  6. Protesto! a mi me parecio horroroso.
    Pronto volveré para escribir... y también será una crítica culinaria.

    Pink Lemonade

    ResponderEliminar