jueves, 22 de marzo de 2012

Ajedrez (II)


Rutina, aquella palabra que definía hace tanto tiempo mi vida ha vuelto a mí. No la he vuelto a abrazar por que quisiera, sino por la edad. Mi cuerpo ya no es capaz de responder a las ansias de aventura y emociones que mi alma desea saciar.

Pero no me siento desdichada, desde aquel día en el que ese extraño sujeto me dio la cajita se puede decir que empecé a vivir. Nunca volví a ese trabajo que tanto esfuerzo me había costado conseguir, ni a desayunar de forma mecánica, ni a levantarme conociendo con exactitud todo lo que me pasaría. Empecé a vivir. 

Me acerco a mi butaca con no poco esfuerzo y me siento. Ya nada queda de la joven aventurera que viajo por el mundo descubriendo todas las maravillas que contiene. Solo las fotografías que ahora llenan las paredes de mi antes vacía casa pueden dar fe de lo vivido, bueno no solo ellas pueden dar fe de eso, pienso mirando a la pequeña cajita que reposa cerrada en la mesa.

Me adormezco imaginándome otra vez viajando por el Amazonas o escalando el Himalaya cuando un golpe seco me despierta. Es la puerta de la entrada, con lentitud me encamino a ella para descubrir que al otro lado no hay nadie. Después de unos segundos decido volver a mi cómoda butaca cuando un brillo en el suelo me sobresalta. Una pieza de ese ajedrez. Una fila de piezas de ajedrez bien colocadas me premian a salir de mi casa.

En la calle un coche me espera con la puerta abierta, se me acerca un joven con el típico traje de chofer y sin decir palabra alguna me entrega una nota. 


“¿Esta lista joven dama?”


La nota irradiaba tal poder de convicción que supe exactamente quien la había escrito y sin meditarlo entre en el coche. No recuerdo nada de lo que paso en el trayecto, un remolino de emociones unido a esa extraña atmosfera que parece que rodea a mi antiguo adversario impidieron que me diera cuenta de nada de lo que pasaba a mí alrededor hasta que escuche su voz.

-Buenos días a todos!! Y bienvenidos!! – Su voz me despertó de aquel letargo. Me encontraba en una sala, parecía una especie de teatro y había más gente conmigo. El se encontraba encima de una especie de escenario – Hoy es el DIA, hoy se cierra el trato que hace tantos años les propuse, jóvenes amigos. Espero que hayan hecho los deberes- Una risa divertida y juvenil broto de lo más hondo de su ser y sentí que aquella preciosa risa me rejuvenecía por momentos.

- Por favor, no sean tímidos y vayan subiendo y mostrándome aquello que siempre llevarían con ustedes.

Un joven fornido fue el primero en subir al escenario. 

-Buenos días joven, ¿qué es aquello que más aprecias?

 -Esto- Y abriendo una cajita idéntica a la mía mostro su contenido a todo el mundo. Un líquido oscuro se movía en su interior- Una gota de sangre de cada uno de los hombres que he vencido, para que mis hazañas como gran guerrero sean reconocidas en cualquier lugar.

-Bravo!! Genial joven guerrero!! Así nunca nadie se atreverá a oponerse a tu voluntad- Y estrechándole la mano le acompaño a una puerta lateral- Has pasado la prueba, espera aquí.

Orgulloso, el guerrero fue dando grandes zancadas hacia la puerta, miro arrogante al resto de nosotros y la cerró con un fuerte golpe.

Gracias al éxito del joven fornido muchos otros se animaron a subir al escenario y ahora hacían cola esperando para mostrar el interior de sus cajitas:

-Oro, un hombre sin dinero es un muerto que anda

- Las fotos de mi familia, que representan toda mi existencia

- El susurro de amor de todas mis amantes

- Una lagrima que expresa el dolor de lo perdido

….

Muchos más subieron al escenario y todos ellos fueron recibidos con elogios y apretones de manos que ya se daban por hecho desde el momento en que pisases el escenario. Al final solo quedamos nosotros dos en aquella sala.

-Eres la última joven dama ¿Qué me traes tú?- Dijo mirando directamente a mi alma con sus ojos. No había cambiado en todos estos años, seguía igual a como lo recordaba en mis sueños. 

-Le traigo esto- Le dije acercando la caja en sus manos- Espero que le guste

Sonriendo pícaramente y dando pequeños brincos de un lado a otro cogió la caja de mis manos, y como si de un niño en el día de navidad se tratase intento descubrir que había depositado en ella. La giro, agito y sopeso durante largo tiempo hasta que se decidió a abrirla

-¿Qu...que significa esto?

No sé quien se sorprendió más, él al descubrir el interior de mi caja o yo al ver a ese ser majestuoso tartamudear.

En la caja había…

(3º parte y final de la historia el viernes)


Hortalizas ;)

6 comentarios:

  1. AHHH. Genial. Espero con ganas la última parte :D

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  2. Está geniaaaaal. Qué intriga, ¡¡quiero ya la última parte!!

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  3. hasta mañana nada eh? espero que sea por la mañana! que a ver si me voy a quedar sin leerla hasta el martes que viene!!! :(

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  4. En la caja había un pene de goma!!! La tarde que pasé con alquel hombre fue genial!!!! Orgía! Espero que el final no tenga contenido filosófico. Mi pajas mentales tienen derecho a existir fuera de mi mente. O bueno tambien dentro pero fuera, como se quiera ver. Al escrito, sea como fuere, esta muy interesante. Propongo llevar o pasarle a Rafa (profe de lengua)y a Amelia estos nuestros escritos para que vean como sus enseñanzas y la literatura con la que nos impregnamos sirven para algo.

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  5. Pinta bien, la historia es curiosa, pero mantiene el suspense.
    Ten cuidado con la ortografía Hortalizas!

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