sábado, 24 de marzo de 2012

Ajedrez (III)


¿¡¿Se puede saber qué es esto?!?- Repitió aquel hombre, ahora con más enojo que sorpresa- ¡¡Esta caja esta vacía!!

 No levanto su tono de voz habitual, aun así estas últimas palabras sonaron tan potentes  en aquella sala vacía que hubieran hecho llorar al más bravo de los guerreros. Pero yo ya estaba acostumbrada al poder del que gozaba aquel hombre.

-No, no lo está.

-Niña estúpida, no me mientas. Te di una oportunidad única y la desperdiciaste. Ellos –Señaló a la sala donde mis compañeros aguardaban su premio- Ellos por lo menos lo han intentado, ninguno acertó pero esta prueba ha hecho que tengan algo por lo que vivir. Tú en cambio desperdiciaste tu aburrida y predecible vida.

Notaba como las sienes me palpitaban, aquel hombre al que como mínimo doblaba la edad me estaba sermoneando como si fuera mi padre. Y no solo eso, me acababa de llamar “niña estúpida”. Pero aun así me tranquilice, estaba claro que no tenia ninguna oportunidad en una discusión con este hombre.

-No, claro que no está vacía. Esta caja lleva todo aquello que más aprecio, mis recuerdos. Esta caja ha estado conmigo desde el día en que me la diste y en ella guardo todas mis vivencias.

Aquel hombre me miro con asombro durante unos segundos y después volvió a mirar la caja. Ya no estaba tan vacía como antes, ya no parecía tan nueva. Sus colores ya no eran tan vivos como lo fueron, había zonas sin color y arañadas. Una de sus bisagras había desaparecido y esto junto con las múltiples abolladuras impedía que cerrase bien. Era una caja que no había tenido una vida rutinaria.

-Esta caja guarda mis vivencias, todo lo que he visto y sentido, todo lo que soy. Eso es lo que más aprecio.
La sala quedo en silencio unos segundos, lo suficiente como para que me diera cuenta de lo estúpido que sonaba todo lo que había dicho. Al fin y al cabo, no era nada más que una caja vacía y sucia. Miraba fijamente al suelo pensando en lo ridículo que había sonado todo cuando aquel hombre me agarro del brazo, estaba llorando.

-Al final lo hiciste, viste más allá y supiste ver qué era lo importante- dos perfectas lagrimas corrían por su rostro- Aquí está tu recompensa.


Dio una palmada y en el acto desapareció todo. Ya no existían el teatro, el escenario o las butacas. Nos encontrábamos en un espacio infinito que no contenía nada material. Estaba iluminado pero la luz no provenía de ninguna parte.

-Adelante, pregunta- Me dijo mientras se limpiaba las lágrimas- Cuando ascendí yo también tenía muchas preguntas.

-¿Eres Dios?

-Jajaja sin sutilezas, me gusta. No, no soy Dios. Nosotros somos neutrales por ahora, no tenemos nada que ver con Dios, los demonios, ellos o los guardianes. No podemos interferir, solo mirar.

-Pero… ¿Qué eres?

-No, que eres no. Qué somos –Dijo señalándome a mí y a el mismo al mismo tiempo- Tú ahora eres como yo, has sabido mirar, ver y sentir… Es difícil de explicar… ¡Ya se!- Chasqueo los dedos y de la nada surgió un tablero de ajedrez- Tu antes eras un peón. Solo sabias avanzar-movió un peón una casilla- No veías lo que tenias alrededor.

De repente algunas de las cosas a las que no había dado importancia empezaron a cobrar sentido. Por eso éramos tantos los que estábamos en ese teatro.  

-Todos los de esa sala éramos peones…- Dije pensando en voz alta. 

-Si!! Veo que lo vas entendiendo. Muchos son los peones que se pierden en el camino-Poco a poco va lanzando fuera del tablero los peones- Pero, a veces, hay uno que es capaz de llegar al final y conseguir ver más allá- Con suavidad mueve el ultimo peón que queda en el tablero hasta la última casilla- Entonces ese peón se transforma en una Dama, ¿no es así, joven dama? Ahora eres capaz de verlo todo, ver el principio y el fin del tablero.

Había visto muchas maravillas inexplicables en mis numerosos viajes, pero esto era excesivo.

-Si el ajedrez es solo un juego inventado hace cientos de años, no tiene sentido lo que estás diciendo. ¿Cómo vamos a ser fichas de un tablero de ajedrez?

-Tranquila, a mí también me costó entenderlo cuando ascendí, veras…- Mientras decía estas palabras un fuerte golpe sacudió la realidad en la que estábamos- Maldita sea… nos han encontrado antes de tiempo, tenemos que irnos. Te lo explicare por el camino- Extendió su mano hacia mi- Dame la mano, rápido.

-¿Pero... a donde vamos?

La cara de preocupación que tenía desde el impacto desapareció para dar lugar a una amplia sonrisa. Era la misma sonrisa que vi hace tanto tiempo en la puerta de mi casa.

-A vivir la aventura más grande de todos los tiempos. ¿Le apetece jugar, joven dama?




Hortalizas ;)

6 comentarios:

  1. Jojojojo bueno bueno, final abierto y todo :P
    Sí, me ha gustado mucho, felicidades señor Hortalizas ;)

    Por cierto, lo de la caja vacía me sonaba bastante xD ¿Te has inspirado en algo? Jaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues la verdad, conscientemente no me he inspirado en nada.

      Y si es final abierto, porque esto no va a quedar asi esto es el "prologo" de algo mucho mayor jejeje

      Hortalizas ;)

      Eliminar
  2. "-A vivir la aventura más grande de todos los tiempos. ¿Le apetece jugar, joven dama?"

    http://www.youtube.com/watch?v=peXorsSsFQQ

    Con mi mayor voracidad:

    Carne

    ResponderEliminar
  3. El tio era calvo y se llamaba septiembre. Muy interesante señor Hortalizas.

    http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=icoe24hgbDM

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabia que ibas a pensar eso pero no, no se parecen ni remotamente

      Hortalizas ;)

      Eliminar
  4. Me ha gustado mucho!!

    Enhorabuena hortalizas!

    ResponderEliminar